Cinco promesas bíblicas de protección para Israel durante el conflicto

Israel está en guerra. Estamos hablando de un país que lucha por su supervivencia en siete frentes diferentes. ¡Siete! Piensen en eso por un momento. No se trata de un simple argumento político; se trata de una lucha sin cuartel por la existencia misma del Estado judío. Desde Hamás en Gaza hasta Hezbolá en el Líbano, Israel está siendo rodeada y atacada por fuerzas que no quieren nada menos que verla borrada del mapa. Pero he aquí la cuestión: no lo lograrán. ¿Por qué? Porque Dios ha hecho promesas. No cualquier promesa, sino promesas bíblicas de protección para Israel. Y esas promesas siguen vigentes hoy.

1. Dios mismo luchará por Israel

Éxodo 14:14 dice: “El Señor peleará por vosotros, y vosotros callad”. Pensad en ello. Israel, rodeado por todos lados, no depende sólo de su Cúpula de Hierro o de sus fuerzas militares de élite (por impresionantes que sean). Dios mismo entra en acción. No se trata sólo de una noción espiritual que nos hace sentir bien; es una promesa real arraigada en la historia. Pensad en la Guerra de los Seis Días en 1967. Israel se enfrentó a obstáculos abrumadores, pero salió victorioso porque Dios estaba peleando por ellos. ¿El conflicto de hoy? La misma historia. Cuando Israel se enfrenta a Hamás y Hezbolá, no sólo están en juego los tanques y los drones. Está en juego el Todopoderoso.

(Tanques israelíes en batalla durante la Guerra de los Seis Días, 1967)

2. Los enemigos tropezarán y caerán

El Salmo 27:2 dice: “Si los malvados avanzan contra mí para devorarme, mis enemigos y adversarios tropezarán y caerán”. ¿Crees que es una coincidencia que una y otra vez los enemigos de Israel no logren derrotarla? Desde el antiguo Egipto hasta los terroristas de hoy en día, el patrón sigue siendo el mismo. Hamás y Hezbolá pueden lanzar todos los cohetes que quieran, pero su derrota final es inevitable. Pueden conspirar y hacer planes, pero se enfrentan a algo mucho más grande de lo que jamás comprenderán: el plan divino de Dios.

Basta con observar la guerra actual. Hamás, Hezbolá y otros enemigos pensaron que tenían la sartén por el mango con sus ataques terroristas. Pero, ¿qué está pasando? Son ellos los que huyen asustados. A pesar de la ferocidad del ataque, Israel no sólo está sobreviviendo, sino que está llevando la lucha a sus enemigos y ganando. Los terroristas caerán porque eso es lo que ocurre cuando se ataca a Israel. Eso es lo que dice la Biblia y la historia lo demuestra una y otra vez.

3. Israel no será destruido

Dios hizo un pacto inquebrantable con Israel. En Jeremías 31:35-36, Él dice: “Solamente si estas leyes desaparecen de mi vista, declara el Señor, Israel dejará de ser una nación delante de mí”. Este no es solo un versículo reconfortante. Es una promesa directa de que, sin importar cuán intensa sea la presión, sin importar cuán severos sean los ataques, Israel no será destruido. Las naciones lo han intentado. Los imperios han surgido y caído tratando de eliminar al pueblo judío, pero aquí estamos. Israel se mantiene firme. Hamás, Hezbolá y sus aliados pueden soñar con empujar a Israel al mar, pero ¿adivinen qué? Están soñando en contra del decreto eterno de Dios.

Cuando veáis las imágenes de los cohetes cayendo sobre Tel Aviv, cuando oigáis los informes de túneles y emboscadas, recordad esto: Dios ha jurado defender a Israel. No habrá un segundo Holocausto. No habrá una erradicación del pueblo judío. Punto.

(Vuelo especial de saludo. 72º Día de la Independencia de Israel, unidad de portavoces de las FDI)

4. Ninguna arma forjada contra Israel prevalecerá

Isaías 54:17 nos dice: “Ninguna arma forjada contra ti prosperará”. Esta promesa no niega el esfuerzo humano que Israel pone en su defensa; lo amplifica. La Cúpula de Hierro es una brillante pieza de tecnología militar hecha por el hombre. Es un producto del ingenio, la precisión y una búsqueda incansable para proteger vidas de los cohetes que se aproximan. Pero por increíble que sea, la verdadera protección de Israel va mucho más allá de los interceptores de misiles de la Cúpula de Hierro.

La promesa de Dios en Isaías nos recuerda que, por muy avanzadas que sean las armas de los enemigos de Israel, al final fracasarán. La Cúpula de Hierro es una herramienta, pero Dios es el protector. Hamás y Hezbolá pueden disparar un misil tras otro, pero no sólo se enfrentan a la tecnología, sino a una nación bajo la protección divina. La Cúpula de Hierro puede detener los misiles, pero Dios detiene la destrucción de Israel.

Incluso cuando los terroristas construyen túneles bajo las fronteras o almacenan armas, sus planes se ven frustrados constantemente. ¿Es eso suerte? No, es intervención divina. Estos grupos terroristas pueden pensar que tienen la sartén por el mango, pero Dios ya declaró que sus planes fracasarán.

5. Dios traerá paz a Israel

Ahora bien, lo más divertido es que Dios promete paz a Israel. El Salmo 122:6 nos ordena: “Pidamos la paz de Jerusalén, y que los que te aman estén seguros”. Puede parecer ridículo hablar de paz cuando Israel está luchando en siete frentes, pero la paz es el objetivo final. No la paz a través del apaciguamiento o la rendición, sino la paz a través de la fuerza y ​​la victoria.

Y no se trata de un futuro abstracto y distante, sino de lo que ocurre ahora. Dios está utilizando estas guerras, estos conflictos, para asegurar las fronteras de Israel, para erradicar a los enemigos y para preparar un tiempo de paz que será diferente a todo lo que el mundo haya visto hasta ahora. No será una paz ingenua, de la que se toma la mano y se hace con los brazos cruzados. Será la paz que llega cuando los enemigos son derrotados por completo y tú sales victorioso. Es el tipo de paz por el que Israel está luchando ahora mismo y es el tipo de paz que Dios ha prometido.

(El jefe de protocolo de Estados Unidos, Cam Henderson, asiste al presidente Donald J. Trump, al ministro de Asuntos Exteriores de Bahréin, Dr. Abdullatif bin Rashid Al-Zayani, al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y al ministro de Asuntos Exteriores de los Emiratos Árabes Unidos, Abdullah bin Zayed Al Nahyan, con los documentos durante la firma de los Acuerdos de Abraham el martes 15 de septiembre de 2020, en el jardín sur de la Casa Blanca. (Foto oficial de la Casa Blanca, Andrea Hanks))

Conclusión: Israel prevalecerá

En el mundo actual, es fácil sentirse abrumado por el caos, los titulares que no cesan y los ataques incesantes al derecho de Israel a existir. Pero como cristianos y judíos, sabemos que no es así. Sabemos que, por muy oscuras que parezcan las cosas, el futuro de Israel está asegurado. ¿Por qué? Porque Dios mismo lo ha declarado.

Mientras Israel lucha en siete frentes, recuerden estas cinco promesas bíblicas. No son sólo palabras viejas escritas en una página; son verdades vivas que se están revelando ante nuestros propios ojos. Hamás y Hezbolá pueden pensar que pueden derrotar a Israel, pero han iniciado una pelea con la gente equivocada y con el Dios equivocado.

Al final, Israel saldrá fortalecido, sus enemigos serán derrotados y las promesas de Dios se cumplirán. No se trata solo de política o estrategia militar. Es profecía.

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Dios bendiga a Israel y continúe protegiendo a su pueblo.